domingo, 11 de octubre de 2009

Recuerdos de una semana de 10 horas de clases diarias

Hacía tiempo que no me probaba en este tipo de "maratones" docentes. En determinadas épocas de mi vida profesional he simultaneado cursos mañana y tarde. Algo agotador, pero "sarna con gusto no pica": tengo la inmensa suerte que la formación sigue apasionándome, y esto hace que todo sea mucho más fácil.

Seguramente haya sido el "maratón" más complicado. Las vivencias similares fueron dentro de la Formación Ocupacional, con 15 alumnos como máximo en el aula. Esta vez fueron 24 por la mañana y 20 por la tarde, 44 personas en total esperando cada día que el curso mereciera la pena.

Recapitulando y realizando la necesaria reflexión sobre lo acontecido durante estos días, el resultado es positivo: los alumnos han expresado su satisfacción, tanto en los cuestionarios como personalmente, lo cual sigue reforzando mis planteamientos al abordar la docencia, la necesidad de adaptar las acciones formativas a las personas y no al reves, el mimo en el trato. Etc.
Hubo incluso momentos de orgullo, como cuándo el viernes tarde visualizamos las presentaciones powerpoint elaboradas por los alumnos. Trabajos como los de Lourdes, Jose Luis, Feli, Carmen... me llenan de satisfacción.
Creo que soy un afortunado.

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