jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Sufren los chinos de stress?

Paseando por las calles de Sevilla, uno aprecia poco a poco como va imperando el comercio regentado por personas de origen asíático, "los chinos" como les conocemos tod@s. Las razones de esta suave y silenciosa colonización seguro obedecen a más de un factor; en este post quisiera plantearte una serie de reflexiones a la luz de las actitudes mostradas por estos nuevos vecinos: ¿cómo nos afectará en el futuro el hecho que la cultura china no conozca el stress, la saturación laboral, el disfrutar de la vida, el trabajar para vivir y la sociedad del bienestar?.

Sin duda alguna, la interculturalidad nos enriquece. En los albores del siglo XXI, convivimos auctócton@s con musulmanes, asiátic@s, eslav@s  del norte, anglosajones  de toda la vida... siempre debe haber una reflexión previa antes de adoptar cualquier costumbre que provenga de otros grupos distintos al de pertenencia, analizar el por qué de un determinado comportamiento y cómo se integra dentro del esquema de valores de tod@s aquell@s que compartimos la misma cultura -con la ambiguedad que conlleva el término-. Por ejemplo: ¿qué ha significado el asentamiento del halloween en nuestras vidas, solo disfrute? ¿qué ha sido de Don Juan Tenorio? ¿pierde nuestra sociedad "espiritualidad" a granel para ser mucho más "cool"?.

Obviamente, la convivencia con otras formas de ver la vida modifica nuestra propia visión, y por tanto, empezamos a ser diferentes (adios Don Juan, adios...) ¿Cómo nos afectará la convivencia con los códigos y normas chinos? Si nos fijamos en otros paises desarrollados, los hijos de la raza amarilla han llegado para quedarse. Incluso podemos estudiar su adaptación a la sociedad norteamericana, a la inglesa, a la alemana....  En este punto, quisiera resaltar un pequeño detalle: estos colectivos históricamente se han regido por los postulados del protentastismo cristiano, los cuales priorizan el valor del trabajo como "principio de vida" (incluso el Sr. Calvino hace ya 400 años consideraba el ahorro una virtud ejemplarizante). Si conoces a cualquiera que haya emigrado a EEUU ya en su etapa adulta, te comentará como en aquellas tierras viven para trabajar, y el hecho de estar laboralmente activo, constituye el centro de su sistema de valores.

Tal vez nuestra Andalucía, de genes arábigos -aquí Jung abogaría por nuestro inconsciente colectivo-,ya no se para a rezar 5 veces a la Meca, pero si cuida el disfrutar del momento presente en otras actividades alejadas de las estrictamente remuneradas. Vivimos en el paraíso climático añorado por los sajones del norte, quienes en su jubilación buscan nuestro sol, nuestros mares y nuestro "vivir en la calle". Los políticos adquieren votos aludiendo a una "sociedad del bienestar" orientada al disfrute, al "estar bien" en todas y cada una de las áreas de desarrollo personal.

¿Sabrán los chinos vivir en la calle? ¿se pararán a tomar una cervecita en las tasca del barrio, a veraneos  en la playa, a tardes de petanca con los amigotes?  puede que nunca lleguen a casar interpretaciones tan diferentes del vivir. De momento, sus  conductas laboriosas junto con los avances tecnológicos y una mano de obra tirada de precio han cambiado la fisonomía de nuestras ciudades. En sociedades donde ya se asentaron hace décadas, segundas y posteriores generaciones de chinos muestran un cambio hacia la integración en el "american life".  Pudiera ser que nuestra cultura tenga que fundar sus esperanzas de supervivencia en hamburguesas y partidos de beisbol, como está ocurriendo en Japón.

Será interesante comprobar lo que nos despara el porvenir en lo referente a la tolerancia entre culturas. Algunos gurús en política internacional confirman los ancianos temores de Napoleón: China se ha despertado. ¿Cómo afectará a las ciencias, al Marketing, al adoctrinamiento sobre habilidades sociales, a la interpretación de las emociones? Todas ellas se aposentan en signos construidos a lo largo de siglos de tradición Europea. Pero los tiempos cambian.... ¿Seguirá siendo el stress una de las enfermedades del sistema capitalista? Adios movimientos "slow", adios...

2 comentarios:

  1. Como siempre, muy interesante tus palabras Jesús...
    Y otra cosa, no le digas adiós a Don Juan, se está representando en la iglesia de San Luis de los Franceses, hasta el ocho de diciembre creo... aunque imagino que ya la habrás visto... porque lo que tú no sepas..Un abrazo, Esperanza

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  2. Hola Esperanza, gracias por pasarte por mi blog. El que sobrevivan las costumbres de antaño tiene que ser una tarea de todos. Tengo que confesarte que soy más de Don Juán que de "jaloguen", ojalá me equivoque en la supervivencia del eterno seductor, y proyectos tan bonitos como la obra de San Luís -imaginas bien, ya la vi hace un par de años- ayuden.
    No hay nada eterno. Todo cambia. Más que resistirse, busquemos fórmulas para que evolucionen las tradiciones que recogen los valores de los cuales no queremos desprendernos.

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