lunes, 21 de marzo de 2011

«Las emociones son una fuente de energía»

«Las emociones son una fuente de energía»
«La inteligencia intelectual brilla mucho y solapa a la emocional». El psiquiatra José María Uncal rompió ayer una lanza a favor de esta segunda inteligencia ante un abarrotado salón de actos del centro municipal de La Arena, en el marco del Aula de Cultura de EL COMERCIO. El experto destacó la importancia de esta actividad cerebral en detrimento de la capacidad intelectual, dado que la inteligencia emocional permite percibir, comprender y regular tanto nuestras emociones como las ajenas, lo que favorece tanto una mayor estabilidad personal como una mejor relación con otros individuos.
Una de las peculiaridades de las emociones es que tienen un efecto automático, es decir, se originan involuntariamente. Una vez creadas, el cerebro se encarga de interpretar y elaborarlas, lo que da como resultado los sentimientos, que tienen un efecto más prolongado. El siguiente paso en esta cadena es la adopción de una actitud basada en estos sentimientos, mientras que en un último momento se origina una conducta determinada. José María Uncal destacó que en todo este proceso el momento clave es la interpretación y el manejo de las emociones con la pretensión de adoptar una posterior actitud racional ante cualquier hecho.
En este sentido, el psiquiatra manifestó que «las emociones son una fuente de energía, puesto que te impulsan a realizar una acción». La dificultad pasa, insistió Uncal, en la canalización de las emociones, ya que si este proceso no se produce, una persona se arriesga a realizar un hecho impulsado únicamente por estas alteraciones sin utilizar la inteligencia emocional. «No debemos juzgar las emociones sino aceptarlas y canalizarlas. Eso sí, no debemos confundir control con represión», apuntó el psiquiatra.
José María Uncal explicó una serie de habilidades básicas para una correcta interpretación de las emociones a dos niveles: personas e interpersonal. En el primer apartado, resaltó la necesidad de tener una autoconciencia sobre las emociones, para lo cual es básico tener conciencia de ellas, conocerlas nada más producirse y saber manejarlas adecuadamente. «Quien no se percate de sus propias emociones, corre el riesgo de perderse», manifestó el psiquiatra, quien también apostó por una actitud positiva hacia la vida, centrada en perseguir una meta sin angustiarse por los obstáculos.
Limpiar nuestros prejuicios
Respecto a la inteligencia emocional en el ámbito interpersonal, José María Uncal destacó por encima de todo la empatía -la capacidad para ponerse en el lugar del otro-, para lo cual «se necesita limpiar nuestros prejuicios para no contaminar la percepción del otro».

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