Punto de partida: identifícate con tu receptor/a

¿Dónde deben empezar las estrategias de comunicación? ¿Cómo abordas, estructuras el mensaje con los contenidos que deseas transmitir?  ¿Cómo le pones el cascabel al gato de las relaciones eficaces? En qué momento piensas dejar el toreo de salón para saltar al ruedo de la vida, donde las palabras se las lleva el viento sino se sustentan con hechos...

Si quieres que alguien entienda tus propósitos, comienza acompañándole en su visión del mundo, desde sus emociones, sus expectativas, sus ansias y anhelos. Emprende un camino de final incierto junto a tu inerlocutor , pues nunca llegarás a buen puerto en tu labor de asesoramiento si quien lleva el timón del barco no es la/el propia/o demandante de soluciones.

¿Basta con la empatía? Si nos referimos a una actitud pasiva, a un ejercicio intelectual alejado de la interacción, desde luego que no. Hoy en día calzarse los mocasines del prójimo requiere:

Utilizar el mismo código lingüístico ("predicados", le llama la PNL). Te escribo estas líneas poco después que el médico del turno de noche utilizará su jerga sanitaria para intentar explicarme los males de mi padre. Sinceramente, creo haber comprendido entre un 80 - 90% de las palabras salidas por su boca, pero no la totalidad de su discurso. La auténtica clientela de un médico no son sus otros colegas, sino sus pacientes; por ello sería deseable la necesaria labor pedagógica para transformar los vocablos propios y específicos de la ciencia médica a un lenguaje llano, sencillo, entendible por todos. 

Pero no nos conformemos con ver la paja en el ojo ajeno: ¿cuántas de mis atenciones como orientador, han carecido de la oportuna explicación sobre términos como "IPI", "Empleabilidad", "Autocandidatura", "Navegador de internet". "Windows"...? Más de las que me gustaría reconocer, estoy convencido. Quien este libre de pecado, que tire la primera piedra....

Acompasa, que en dialecto neurolingüístico se podría interpretar cómo "establece un canal de comunicación no verbal con tu interlocutor/a, basado en una postura corporal similar a la suya". Caprichos de la interacción humana: mucho antes que las palabras, tus ojos, tus manos, tu entonación... hablan de tí. Aprovéchalo pues, para convivir dentro del mismo diálogo.

Busca experiencias comunes. Hace un par de días, una usuaria (qué palabra más fea; mejor una persona  "no parada"), me comentó como su padre también estaba abonado al "sintrom" (medicamento para la coagulación de la sangre). Aproveché esa circunstancia para conversar, alrededor de 10 minutos, sobre las coincidencias en los cuadros clínicos de nuestros respectivos progenitores.  Durante ese tiempo, los dos compartimos una misma realidad, que nos acercó lo suficiente como para establecer un estado emocional facilitador de cara a abordar sus demandas.

¿Queréis una experiencia común con toda nuestra clientela en las unidades de orientación, con un poder de vinculación absoluto? Pues yo me quedo en paro el próximo 27 de octubre. Esta circunstancia, compartida con decenas de técnic@s y personal de administración del "Andalucía Orienta", debe proporcionar automáticamente altas dosis de empatía recíproca en la relación "técnic@ - usuari@". Al aclarar como mis circunstancias laborales se encuentra alejadas del funcionariado (creencia muy extendida entre la población, será por el logo de la junta insertado en los carteles de nuestras unidades, digo yo), y como me paso varios meses (...) en "paro biológico", tras la sorpresa inicial reflejada en la cara de mis atendid@s, la lógica les hace caer en la cuenta que, en definitiva, los dos estamos en el mismo bando.

Cada vez saco más a pasear mi "desempleo estacional" durante la jornada diaria. No pretendo con ello confesar ningún tipo de vulnerabilidad ni brecha en mi profesionalidad que requiera la misericordia cómplice de mi clientela. Más bien intento mostrar que, los brebajes que les preparo para mejorar sus dolencias laborales, primero los he bebido yo.