martes, 28 de febrero de 2012

Aprovecha, equivócate: está de moda (Cap.18: Diario de un desempleado)

Bueno, seguimos ampliando las estancias en "Idea Emocional". Fíjate en la parte superior,...  se ha añadido una nueva página a este "webcurrículum": progreso a trompazos.  Voy a aprovechar esa corriente que ya hace años introdujo un cierto tipo de preguntas en las entrevistas de trabajo, aquellas que se interesaban por los defectos, por las equivocaciones, por los fallos que los candidatos/as reconocían ("¿Cual es su mayor defecto?"). No son fáciles de responder, necesitan una preparación.. y sobre todo comprender las razones para una tortura de tal calibre.

Ese torrente de opinión inundó seminarios de RRHH, blogs especializados, manuales de orientación... A día de hoy, las aguas siguen creciendo...


  • Imagínese que esta en una entrevista de trabajo, y a mitad de la reunión, le lanzan la siguiente interrogación:
          ¿Cuál considera usted que ha sido su mayor fracaso laboral?


Pues eso, que he decidido dar un paso al frente, sacar la proactividad a pasear y no esperar a ningún proceso de selección para responder este tipo de cuestiones. Cuentan que en otras culturas (expresión en extinción en este mundo globalizado, donde todos tenemos a 5 minutos un Mc Donalds, un Burger King o un Mercadona cercano) se valoran sobremanera los errores, valen su peso en oro. Seguramente de estas civilizaciones vendrá la definición de experto/a que más admiro: aquella persona que acumula fracasos en una determinada materia. Se acabo el estatus de los monjes medievales que custodiaban los libros, la información.   En nuestra época de la interconectividad, el acaparar y transmitir la teoría de las cosas, no posee ningún merito. Pueden hablarte horas y horas de los secretos de la felicidad, de las claves para ser el/la candidato/a perfecto/a, de cómo salir de la tristeza y desesperación que provoca el desempleo, pero... permitídme un par de preguntas para quienes dibujan filigranas con prosa 2.0:

- ¿Viviste alguna vez  la experiencia? ¿Sufriste en tus carnes la angustia? Las soluciones que vendes como elixires mágicos, ¿te las facilitaron, o las elaboraste tu mismo/a?. Experto/a: aquella persona que acumula.... Rodéate de quienes se sumergieron en la práctica, pues es el conocimiento menos accesible (y en consecuencia, más preciado ) en esta era de internet.


Por tanto, no nos engañemos: los responsables de RRHH no desean quitar clientela a los confesionarios religiosos, no organizan speudoterapias en pos de descubrir los candidatos más sensibles a sus  propios fallos. Realmente, buscan la superación personal, pues la excelencia se encuentra, al contestar a este tipo de cuestiones, en convertir el error en virtud: ¿Cómo lograste progresar a partir de ese fracaso, en el pasado y presente? En definitiva, ¿qué aprendiste y que medidas llevaste a cabo? Y es que no hay nada como una buena historia de superación. Desde las cavernas hasta Spielberg, siempre hemos ansiado historias de éxito; meternos en la piel y vivir las andanzas de esos personajes que derrotan a las adversidades para alcanzar sus metas, pues nos ponen en bandeja modelos que, en el fondo, todos deseamos seguir; el del vencedor. Ya sea en la oficina, con la familia, en el fútbol... tarde o temprano, necesitamos dominar una parte de nuestras vidas (toda,toda..uff)
    Siempre habrá derrotas, siempre habrá reveses. Pero aprende de ellos para ganar la guerra. Y después, escribe tu propio relato sobre esa esforzada victoria, para que pase de generación en generación... o al menos, de entrevistador/a en entrevistador/a.

    1 comentario:

    1. Esther Aguilera Parejo escribió en facebook: Como siempre, estás inspirado. La vergüenza del error es algo que debemos superar, pero nuestra cultura no nos lo pone fácil. Ya que estamos en la cultura de la culpa más que en la cultura de la equivocación. Ya que la culpa supone deuda a pagar y las consecuencias negativas se ven, de esta manera, lógicas. Y la cultura de la equivocación es una cultura de las nuevas oportunidades. Hacer este cambio tan a contracultura supone un esfuerzo personal interior muy grande.
      Y yo, optimista donde las haya, creo que la errar es humano, y que nos enseña a transitar de otras maneras por el camino. Y que aprendemos con los golpes (sobre todo de la mala) fortuna.
      ¿Cómo transmitir ese optimismo y esa nueva sabiduria? Pues a los hechos nos hemos de remitir. Pocas personas se quedan en el lodo de su propio fracaso. La vida no deja que te estanques demasiado. Un poco de autoanálisis nos enseña que todos hemos salido hacia adelante y hemos encontrado nuevas vias de actuación. Es cuestión de saber verlo, explicarlo y apreciarlo como tal (aprendizajes y adaptación a los cambios)
      Insisto, hay que saber entenderlo y transmitirlo como decían de la mujer del Cesar, no solo hay que serlo , sino que hay que parecerlo ( en este caso era la decencia, en nuestro caso es la competencia correspondiente)

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