miércoles, 2 de enero de 2013

CUENTO DE NAVIDAD: el espíritu de la empleabilidad futura (III)

...Pensabas que te habías librado de mí...los dos espectros anteriores anunciaron mi visita; pero prefieres engañarte, pensando que los viajes astrales anteriores fueron producto de una pesadilla dilatada a lo largo de varias noches. Por tanto, no has aprendido nada con los paseos por tu pasado y entorno actual. Tal vez con esta última incursión, peregrinando al futuro más probable, se te abran los ojos... trasladémonos 2 décadas en el tiempo, al año nuevo de 2.033.

Obsérvate: ojeras, articulaciones oxidadas y barriga más que apreciable, imposible de esconder incluso con las nuevas fajas super-relajantes de efecto 24 horas. Te notas pesado, cansado la mayor parte del tiempo. Pensar en subir a casa por las escaleras, se  antoja una contienda casi épica, cercana a la Iliada protagonizada por Ulises. Claro, acaban de arreglar el panel de videoconferencia en el ascensor, y quien se niega a seguir conectado los escasos metros que dura el trayecto hasta tu piso. Sigues sin dormir bien, por mucha fama que preceda a la versión 15.4 del ibuprofeno y sus supuestos efectos relajantes.

Aunque no eras nativ@ digital, te volviste adicto a la movilidad informática, como el resto de tus amistades (esperas, con impaciencia, los meses restantes para la implantación del chip wifi en el lóbulo de la oreja izquierda, lo más "in" en la web 9.0). Con ello, podrás revisar en tu córnea e-mails,   periódicos, vídeos y también interactuar con los "video-shooper", facilitadores de cualquier tipo de compra: desde el aclamado álbum "Teen Pantoja: concert from Marte", hasta un kilo de naranja esterilizadas.

Pero, sin darte cuenta, día a día, has olvidado las conversaciones "físicas". Renuncias con facilidad saludar al prójimo, ante el escaso "feed-back" recibido por parte de vecinos, compañeros de trabajo, cajeros de supermercado... -las grandes ciudades, ya se sabe-. Te mueves más cómodo en entornos virtuales, como tod@s. Has perdido definitivamente el contacto con tus amigos/as de siempre, colegas de estudios, la peña futbolera, los excelentes y buenos profesionales que descubriste a lo largo de tu trayectoria laboral, etc.... La Vida ¿verdad?

Ven, ven para acá y vislumbra cuál será tu ocupación dentro de 20 navidades, cuando las prestaciones por jubilación sólo aparezcan en los libros de historia. ¿Lo ves? Que pasa... ¿no resulta satisfactorio?. Ah, perdona, no lo había comentado... nunca alcanzarás tus metas laborales. En el 2.033 soportas, hace demasiado tiempo, un empleo mediocre. Fueron cayendo una a una, cual hojas en el calendario, las motivaciones que se abrazaban a tí cada amanecer para compartir contigo el resto de la jornada. Ahora solo queda lugar para las obligaciones, y estas son menos divertidas, menos atractivas que aquellas.

Te abandonaste a esa filosofía barata, que define la inteligencia como la manera más rápida de sortear las diversas tareas que surcan tus horas de trabajo; sin detenerse a aprender lo máximo posible de cada experiencia, de cada momento, convirtiéndolo en una aventura única para seguir creciendo.

Este es el panorama que te espera. ¿Sabes cuándo empezarás a edificar tan negro panorama?, pues en cada segundo transcurrido durante estos 4 lustros, ya que cada instante es una oportunidad para elegir opciones distintas a las esbozadas, alejadas de esta crónica de una frustración anunciada.

Bueno, vamos a finalizar esta historia de apariciones con un último mensaje: TU TIENES EL PODER. El poder de cambiar, de mejorar, de evolucionar. Cuestión de visualizar dónde te gustaría llegar y los senderos por transitar para alcanzar esta meta. Si eres capaz de construir imágenes motivantes, sin necesidad de fantasmas alrededor, entonces tus pies caminaran por donde tu inteligencia y corazón dicten, superando las trampas de autoengaño que el pesimismo ponga a tu paso.








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