Transformando talleres de empleo en seminarios de marketing personal.

Este septiembre estoy disfruto con la docencia de la orientación laboral, gracias a los seminarios organizados por la ONCE en el Centro de Estudios Anfora, en Sevilla capital. Conforme me sumerjo en esta labor, caigo en la cuenta de como voy modificando los contenidos y las estrategias didácticas que utilizo en estos talleres de empleo, hasta convertirlos en la práctica en seminarios de marketing personal. ¿Es grave, doctor??

Hace un par de días, algun@s alumn@s me preguntaron si de verdad existían determinados portales de empleo...y no supe qué responder. Reconozco mi pérdida de confianza casi absoluta en determinadas herramientas, o más bien en su uso o el aprovechamiento "tradicional". No es que me falten recursos. Simplemente, tengo otros :-)), o dicho de otra manera, traduzco todo en contactos, networking, y en definitiva, en el difícil arte de las "comunicaciones de ocupabilidad", alejándome progresivamente de los planteamientos estáticos sobre el CV, marca personal, redes sociales etc que derivan inexorablemente a considerar Linkedin como una exposición de corbatas, un almacén de currículums 2.0.... LLevándome a planteamientos tan radicales como que cada desempleado no es solamente un producto a introducir en el mercado de trabajo, sino en sí mismo, un acto de comunicación viviente...y dinámico. 

O sea, más que preocuparnos por si una oferta de empleo en determinada web es real o no, saquémosle todo el provecho, toda la información posible, para montar las estrategias interactivas viables que se nos ocurran. El enviar el CV solamente sería una de ellas. Y es que lo traduzco todo en contactos... las ofertas de empleo, también :-))

Bueno, espero que estas elucubraciones no te resulten muy disparatadas... a mí me están ayudando a impartir unos talleres sobre orientación "diferentes", pues tras años de crisis, muchos de nuestros nuev@s usuari@s o alumn@s en acciones formativas de empleabilidad, han pasado ya por una o varias unidades de orientación, módulos específicos sobre el tema en cursos de F.P.O, F.P.E, casas de oficio, talleres de empleo... 

Más de lo mismo, a estas alturas de la película, resultaría frustrante, tanto para el alumnado, como para este humilde bloguero que os escribe.