domingo, 13 de diciembre de 2015

Metáfora del portátil desahuciado y tu autoestima

"Lo he trasteado y tengo malas noticias: he detectado fallos graves en el arranque, en el disco duro e incluso en la tarjeta gráfica. Cálculo que la reparación puede costar entre 150 y 200 €... Mejor que vayas pensando en comprarte uno nuevo".

Lapidarias palabras las dedicas por el técnico informático a mi portátil personal, la herramienta usada (mea culpa: en demasía) desde hace años para luchar en la frontera digital de estos tiempos difíciles. Me ha acompañado durante tantas horas como para dejar de considerarla una simple máquina... y verlo más como un amigo, un compañero en mis desvelos por salir adelante.

Alejándome de la tienda de reparaciones, mi mente iba conformando una metáfora comparativa entre mis circunstancias actuales y las del deteriorado notebook: los dos vivimos momentos complicados. Llega un momento donde la acumulación de problemas te lleva al "katakrash", a romperte..... pero la guerra no esta perdida, si así lo decides, y te comprometes a ello.

Movido más por el inconformismo que por la razón, me puse manos a la obra... he necesitado bastantes horas, paciencia...confiar en "nuestras" (man & machine) posibilidades, aferrarme al recuerdo de mis "victorias hardware" cuando destripaba ordenadores en mi época de profesor de informática, etc... al final, la lucha ha merecido la pena.

Ha merecido la pena: he conseguido recuperarlo, tras varios formateos, estudio del comportamiento con/sin bateria, probaturas con cargadores eléctricos... ahí lo tenéis, sonriente, incluso agradecido: ha mantenido intacta la partición extendida que monté hace 4 años para guardar mis archivos importantes, comportándose mejor que la sincronización del google chrome...

No creáis que quien certificó su defunción era un simple aprendiz... sino el responsable del taller. En más de una ocasión nos dejamos llevar por las opiniones de quienes se consideran capacitados para dictaminar sobre nuestra propio valía, hasta dónde podemos llegar porque son unos fenómenos diagnosticando nuestras carencias. Y si deciden que no vales, pues lo acatas conformándote con tu mala suerte. El  camino resulta más sencillo si te sueltas de manos y dejas que los demás tomen las riendas de tu vida.

Ocurre que ni a mi "compañero" el portátil, ni a este humilde bloguero que os escribe nos va el papel de victimas. Queremos ser protagonistas de nuestra propia historia, ser "autoresponsables" y creer en nostros mismo hasta el final ¿Y tú?


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