viernes, 2 de octubre de 2009

El Salario Emocional: detalles que hacen grande a una empresa

Todos trabajamos para vivir. Todos. "Sudarás el pan con el sudor de tu frente", dicen las antiguas escrituras. Todavía más en estos estos tiempos de supervivencia, donde incluso las empresas deben superarse a sí mismas cada día para no hechar el cierre definitivamente.

En la actualidad nos podemos considerar afortunados si tenemos un puesto de trabjo; igualmente, las organizaciones deberían estar satisfechas por retener entre sus filas a empleados/as con las competencias necesarias y oportunas para alcanzar los objetios propuetos. Deberían premiar el talento.

¿Es suficiente un salario "justo" para exigir todo el talento que una persona es capaz de desarrollar? Tal vez si, tal vez no. Tal vez sea un planteamiento equivocado. Más que exigir, los responsables de recursos humanos tendrían que plantear medidas encaminadas a "ganarse emocionalmente" a los asalariados.

Tarde o temprano dejará de llover ("siempre que llovió, escampó; sentencia un dicho argentino). Y cuando esto ocurre, los profesionales saldrán de las tricheras donde se refugian de esta crisis mundial y empezarán a otear el horizonte, con la convicción que la estabilidad laboral pasó a ser un recuerdo de tiempos lejanos.

¿Bastará a las organizaciones con un sueldo "adecuado" para retener "la excelencia"? Tal vez si, tal vez no; tal vez sería conveniente desarrollar otro tipo de medidas:
  • Una comunicación asidua y positiva (una sonrisa, por favor), para solventar las diferentes dudas que se presentan en el deambular de cualquier proyecto colectivo.
  • Atender a las expectativas y necesidades individuales en la medida de lo posible. No hay nada mejor que sentirse apoyado/a y comprendido/a por tus jefes.
  • Retribuciones económicas que refuercen la adquisición continua de competencias. Cuanto más trabajo de calidad, mejor sueldo.
  • Implementar un sistema de evaluación de competencias integral. Se valorará quien ejercita una comunicación eficaz tanto externa (clientes) como interna (compañeros, subordinados, proveedores, etc), quien hace equipo, quien es innovador, creativo, resolutivo, etc.
Existen más, seguro. Antes que un análisis exhaustivo de las posibles acciones a realizar, las líneas anteriores solo son una reflexión sobre la siguiente idea: si vivimos en la época de la atención al cliente, de la preocupación por su satisfacción, siempre mirando el bien de la empresa, ¿para cuándo una fidelización de los/as buenos/as empleados/as?. La excelencia en los resultados lo aconseja.

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