jueves, 11 de marzo de 2010

En busca del templo perdido.

- Estoy indignada, Maruja (apretando con vehemencia los frascos en la cadena de producción)
- Que te pasa esta vez, Chariqui.....
- Pues que nos pongan a hacer el "Tai-chi" ese los primeros 20 minutos de la jornada me parece una tontería
- Mujer, que es por tu bien
- Oich Maruja, que moderna te veo... aquí lo único que importa es la nomina a final de mes
- "Como siga apretando así se carga un frasco" -penso en silencio Maruja-
- Bastante deporte hago ya en casa, con los niños, la lavadora, la comida, los medicos de mi madre...
- Pues a mí me está gustando, que quieres que te diga, me relaja y me ayuda a pasar 8 horas aquí, creo que es una buena idea
- Esto no sirve pa na, que nos suban el sueldo, verán como nos ponen más contentas, o que nos dejen ver un ratito el "Salvame", ¿me entiendes? 
- "Acaba de imitarme a Belén Esteban, pero no sé si intencionadamente, o sin darse cuenta" -Reflexionó Maruja sin apartar la vista del "tajo".
En ese instante, se escuchó un crujido diferente al habitual golpear de vidrios en la cinta transportadora: Chariqui había roto el primer bote de la tarde...

He de confesar que durante años, mis planteamientos se acercaban a los de Chariqui. Pensaba que cuestiones como el Yoga, el Tai-chi, el Reiki y demás técnicas de relajación (mirando a Oriente, como diría mi admirado Juan Lario deBlas) no aportaban demasiado para alguien que necesita o desea apasionarse con cada segundo de vida que consume.

Sin embargo, cada vez encuentro más evidencias que cualquier tipo de calidad vital pasa, parafraseando a los romanos, por una mente sana en un cuerpo sano.  Como estudiante de Psicología descubrí el psicoanalisis, el conductismo, cognitivismo, Programación Neurolingüística y otros paradigmas menores, donde la explicación a cualquier avatar humano se limitaba al funcionamiento de la psique, de la fisiología cerebral -para ser honestos, el conductismo si va más allá-. Por ello la inteligencia emocional de Goleman ha obtenido el beneplácito mundial, porque el cuerpo es un templo donde hay más tesoros además de las ideas.

La felicidad sería una emoción. Vale. La tristeza, otra. Pero ¿y el dolor? La tonificación de los músculos tras media hora de carrera, ¿es una sensación menor, o también  podemos considerarlo felicidad? Una de las aportaciones importante de Goleman y otros autores enfrascados en propuestas emocionales viene a decir que todo está relacionado -ya lo decía los romanos, los nuevos estudios serían una actualización a los nuevos tiempos-: hay ideas que provocan sentimientos pero también hay estados fisiológicos que provocan o facilitan la aparición de determinadas ideas.  Las hormonas liberadas tras la reactivación de nuestros músculos y esqueletos producen placer por sí mismos, pero además preparan un estado de bienestar que potencia la aparición de ideas positivas.

Un elemento fundamental de estas nuevas teorías viene a ser la gestión de las emociones. ¿Cómo se gestiona el dolor, la tristeza, la baja autestima? Pues apoyando las ideas que deseamos interiorizar en emociones que podemos obtener gracias al control de la respiración, gracias a técnicas de relajación y tonificación, gracias a los estiramientos oportunos, gracias a una actividad deportiva constante no demasiado exigente.

De este fin de semana no pasa que me pegue una carrerita.... lo echo de menos.

4 comentarios:

  1. Yo a mi primera gran ruptura la superé saliendo a correr todos los días. Había que ayudar con el cuerpo a la mente para superar la tristeza.

    Pensar que las dos cosas no van juntas es negar nuestra naturaleza física, y que nuestro pensamiento no está condicionado por ese conjunto de compuestos químicos que circulan por nuestras venas.

    El estiramiento matutino es lo mío ahora. Algo importante dadas las horas que paso sentadas delante de una mesa y un ordenador.

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  2. Hola Ikaru. Convertir los estiramientos en hábitos es una ganancia total. ¿Has visto el enlace que he dejado a www.estiramientos.es? Es una web interesante. En uno de mis viajes a mi añorada Granada, compré un libro de Bob Anderson sobre estiramientos, también muy interesante.

    Gracias por tu visita Ikaru. Estamos en contacto

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  3. Todo está conectado: cuerpo, emoción y lenguaje. Si al trabajarlos conseguimos el estado de flujo encontrarás los tesoros que mencionas. El deporte, el yoga, la meditación, o el dedicarte a lo que te gusta son diferentes caminos para lograrlo.
    Gracias por el artículo.
    Un abrazo

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  4. Cuerpo, emoción y lenguaje...la palabra, sentimiento y organismo... el flujo. Gracias Jose Luís.

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