miércoles, 6 de abril de 2011

Un color para facilitar un estado de ánimo

Los colores son estímulos visuales que pueden provocar diferentes reacciones en el organismo y en los estados de ánimo, por lo que pasan a ser un importante aspecto a tener en cuenta. En este tema, la cromoterapia, o terapia con los colores, nos aporta interesantes conocimientos y consejos.
Esta terapia con los colores es un método de armonización y de ayuda a la curación natural de determinadas enfermedades por intermedio de los colores, como también para conseguir un determinado estado de ánimo. ¿Cómo es esto? Según enseña la cromoterapia, los colores corresponden a vibraciones que tienen velocidades, longitudes y ritmos de ondas diferentes, los cuales ejercen una influencia física, psíquica y emocional en las personas, aunque no nos demos cuenta de ello.
Focalizándonos en los niños (aunque también se aplica a jóvenes y adultos), la terapia con los colores nos acerca varios consejos para tener en cuenta cómo repercutirán los colores en los pequeños. En este sentido, podrán tener presente estos consejos para pintar las paredes de la habitación del pequeño o de otros lugares donde los niños pasen tiempo.

Efectos psicológicos de los colores

Rojo: Este color da energía, vitalidad, combate la depresión y estimula la acción. También es calorífico, lo que significa que calienta la sangre arterial e incrementa la circulación. Se sugiere utilizar el rojo en ambientes, juguetes e indumentaria que busque impulsar la acción. Y no se recomienda en niños hiperactivos o agresivos, y en situaciones donde es necesaria la concentración, como leer. Este color atrae mucho la atención visual.
Amarillo: Estimula la actividad mental. Se utiliza el color amarillo en niños con poca concentración. Se recomienda utilizar el amarillo en tono pastel en escritorios, libros y útiles para promover la actividad intelectual, y en ambientes en donde trabajan niños con dificultades de aprendizaje. También es un color que inspira energía y optimismo, lo que repercute en la alegría.
Naranja: Este color combina los efectos psicológicos del color rojo y amarillo. Es decir, energía y alegría. En tonalidades suaves expresa calidez, estimula el apetito y la comunicación, en tanto que las tonalidades más brillantes incitan la diversión y la alegría. Puede utilizarse para el cuarto de juego de los niños en combinación con colores neutros.
Azul: Este color es esencial para tranquilizar y calmar a las personas. Es un color frío que produce paz y sueño. Se utiliza mucho en tono pastel para relajar, ambientar cuartos, camas y demás.
Violeta: Es un color místico, muy  importante en la meditación, la inspiración y la intuición. Estimula la parte superior del cerebro y el sistema nervioso, la creatividad, la inspiración, la estética, la habilidad artística y los ideales elevados.
Verde: Genera armonía y produce calma sobre el sistema nervioso. Un color ideal para relajarse.
Celeste: Este color también es relajante, analgésico y regenerador.

Sugerencias de colores

  • Si los niños presentan algún tipo de depresión, es conveniente que las paredes de su habitación sean de color rojo o que tengan objetos de dicho color, dado que al percibirlos aumentan la energía y vitalidad.
  • Si desean estimular la concentración y el desarrollo intelectual, se deben volcar al color amarillo en tono pasteles alternando con otros colores.
  • Para el cuarto de estudio de los pequeños, utilicen colores como el azul, verde o combinación de ellos.
Por último, es conveniente remarcar que el origen de estas propiedades y efectos psicológicos de los colores no está en los propios colores sino en la asociación mental que, de forma natural e inconsciente, hace el ser humano como consecuencia de un ‘aprendizaje cultural heredado’.

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