Sé sincero: ¿tu, eres feliz? En el episodio de hoy vamos a reflexionar sobre el triangulo felicidad - infelicidad - desempleo, al que doy pie con una de las observaciones aportadas por Diego (mejor que David) Serrano, en su más que provechoso comentario al capítulo 7.
5. No sé si es una impresión mía o es lo que realmente sientes al escrbir, pero transmites cierta tristeza. Si es así, mi consejo es que te pongas tus mejores galas y salgas a comerte el mundo con la mejor de tus sonrisas ya que de esa manera transmitirás felicidad a los que te rodean y ellos te la transmitirán a ti.
Si, Diego, en ocasiones estoy triste. Pero además, el cansancio, la ira, la desesperanza y otros sentimientos de la misma calaña también vienen a visitarme de vez en cuando, incluso cuando navego por este mar de conversaciones telemáticas. Estos indeseables encuentros periódicos intento vivenciarlos con serenidad. La felicidad es algo subjetivo. La infelicidad, también. Debería haber empezado este trozo de confesión aludiendo a "mi" tristeza, "mi" desesperanza y mis otras malas compañías. Pero incluso al verbalizar lo que veo al situarme enfrente de mi propio dolor, me considero un privilegiado.
Todo el mundo sufre de vez en cuando. Y yo, en esa lotería de problemas, he salido bien librado en comparación a la gravedad y cantidad de dificultades con que deben convivir millones de personas en este planeta tierra, de recursos cada vez más y más limitados. También es cierto que cada uno vive los pesares de una forma muy particular, claramente determinada por los recursos, las competencias emocionales que se posean. Mentiría si manifestara un total autocontrol en estas lides. Más al contrario, necesito mejorar la forma de encarar los contratiempos con naturalidad, con entereza. Pero me considero un privilegidado: tengo un plan.
Va a ser complicado que en determinados momentos saque la mejor de mis sonrisas a pasear, tal como me aconsejas bienintencionadamente, estimado Diego. Ahora tengo asiento de preferencia en esa montaña rusa de sensaciones, a la que aluden muchos expertos al tratar el desempleo: un día te encuentras estupendamente, y al siguiente... bajas vertiginosamente y se te hace un nudo en el estomago. Pero incluso en esos ratos malos, TENGO UN PLAN: un proyecto que pasa por alcanzar metas a corto, medio y largo plazo dedicando bastantes horas a la búsqueda de empleo y a la formación necesaria para aumentar mi profesionalidad. Cuanto más difícil sea el reto a superar, más paciencia y dedicación habrá que tener. Poseo la inmensa fortuna de disfrutar con el viaje, con el aprendizaje, de buscar nuevas formas para saborear hasta el deleite los logros cotidianos, pues sin estos no hay "premio gordo". Y este placer sigue creciendo, hasta el punto de empezar a dudar si apasionarte con la senda no será la auténtica meta.No conozco mejor receta. Desconfiad de las "formulas mágicas" que aseguran resultados asombrosos en un corto periodo de tiempo.
Esta sociedad, cómplice de un capitalismo trasnochado, rebosa de "elixires mágicos". En tiempo de crisis, los hogares incrementan sus horas de televisión, con sus correspondientes carruseles de anuncios que desean guiarte por el camino correcto: si compras este coche, si adquieres esta marca deportiva, este refresco, acudes a esta clínica... serás feliz. Nos están vendiendo un modelo de bienestar de alcance rápido, indoloro, superficial, ligado a la adquisición de cosas materiales. Y nosotros lo compramos. Incluso los modelos de éxito se asocian a conductas alejadas del tiempo y esfuerzo necesario para conseguir metas importantes en la vida: aspirantes a artistas que triunfan por aparecer durante mes y medio en una academia televisiva; expertos en reallity - shows especializados en disputas y mala educación porque así se consiguen altos niveles de audiencia...
Y tu, ¿cuál es tu plan para ser feliz? Me gustaría conocerlo, por si me sirve en mi programación vital...
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Hola JP Lorente, enhorabuena por tu blog que sigo desde hace algun tiempo. Me voy a atrever a opinar sobre este aspecto tan embarazoso.
ResponderEliminar1º no considero que se trate de un triángulo, sino más bien de un binomio (felicidad-infelicidad) con todas las subjetividades que estas 2 palabras puedan suscitar. Y ahí influyen numerosos aspectos como sabes, entre ellos el empleo-desempleo.
2º es cierto que tus entradas transmiten cierta tristeza, lógico por tu situación.
3º Analizando esta entrada creo te escribes a ti mismo, porque necesitas creer en un plan. Un plan que te mantenga en la senda racional de lo que tu entiendes que debe ser este periodo en tu vida. Todo lo descrito rebosa racionalidad y conocimiento de la materia a nivel profesional sin duda. Pero quizas, solo digo quizas, dejas una sensación de desesperanza (supongo que vuelve a escribir tu estado de ánimo)y al final te vacías en un discurso de protesta por el sistema capitalista actual.
Todo ello deriva en un "necesito gritar".....decir y contar lo que siento y lo que pienso. Si te sirve esto para sentirte mejor, adelante. Si no es asi, ahi va mi receta: NO LO HAGAS (vaya remedio!!!). Me explico, continua con tu plan, porque es un buen plan pero no trates de que se convierta en un tema de conversación.
Estoy en contra de que hablando de determinados temas consigamos efectos tranquilizadores, más bien, ocurre mucho se torna al contrario, y la preocupación es cada vez más intensa y las dudas llegaran cuando menos las necesitas.
No me enrollo mas; sigue con lo que haces a nivel personal, utiliza tu blog para hablar de otros temas (quizas más técnicos) o de otra tematica completamente diferente q libere un poco de disco duro de tu cabeza que estará un poco saturado y confia en ti mismo, en tu plan.
Dedicate a cambiar aquellas cosas sobre las que tienes control y aplaza el resto, que son batallas lejanas y en la mayoria perdidas. Centrate en lo básico, en el dia de hoy, y mañana en el de mañana.
Todo esto te lo dice uno que por ahora sigue trabajando pero que ya ha pasado por varias fases como la tuya.
Perdon por el tocho, te sigo leyendo y suerte. Sergio
Hola Sergio. Lo primero es agradecerte tu valoración hacia este, nuestro blog, y por decidirte a implicarte con tu extenso comentarios. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarTu comentario me recuerda una frase que leí en una pizarra en mi época de formador ocupacional: "EN LA VIDA SE NECESITA MÁS ACCIÓN Y MENOS DECISIÓN". Efectivamente, uno se puede perder en planteamientos que pueden resultar "contraproducentes" si se posterga el avance en el momento presente. De todas formas, el día tiene 24 horas y hay momento para todo, sobre todo para evaluar nuestros actos, siempre que se haga con mesura, con prudencia. Lo malo son los excesos.
Te agradezco la crítica constructiva, la tengo en cuenta, pero por mi experiencia como técnico de orientación, resulta muy complicado el construir una planificación, y más complicado el convertirlo en hábito, en conducta sustentada en horas de dedicación semanal. Más aún en estos tiempos oscuros de crisis sin fin, donde las ofertas de empleo no salen a tu encuentro. En este estado de las cosas, la gestión emocional del desempleo también necesita "su metodología", sus técnicas para superar la desilusión, la falta de autoestima, etc. Y todo ello pasa por creer en un plan de mejora. Es lo que intento plasmar ahora que me encuentro al otro lado de la frontera, ahora que estoy desempleado.
Seguramente habré fallado en la transmisión, ciertamente esa crítica a la sociedad en que vivimos es demasiado ácida, pero los 3 párrafos anteriores intento que sean un canto a la esperanza, partiendo de la realidad de un momento complicado, para que resulte cercano y pueda ayudar a otras personas que pasen por esas circunstancias. En mi labor como autoorientador me encontraba todos los días con estas vivencias en las conversaciones con mis usuari@s.
Un saludo Sergio y te invito a que sigas dejando tus comentarios, pues el debate de ideas nos enriquece a todos. Un saludo