lunes, 30 de enero de 2012

Facebook me ha castigado: rectificando estrategias (Cap.15; Diario de un desempleado)

Ea, una semanita sin poder mandar solicitudes de amistad... ¿Por qué? Pues por intentar contactar con personas que no conozco de nada (no hay amigos en común). He de reconocer que las causas de esta "sanción 2.0" no me resultan extrañas...  A estas alturas, a la hora de trabajar una oferta de empleo, me resulta impensable el limitarse a registrar mi candidatura en un portal de empleo.  Si el anuncio facilita información sobre la empresa, filtro su nombre por todas las redes sociales donde resido virtualmente, buscando establecer vínculos con profesionales cercanos al puesto solicitado. Obviamente, muchos de ellas/os son desconocidas/os.

El error es mío, pues ya se me avisó hace semanas que este "hábito de empleabilidad" no gustaba a Zuckerberg & friends (en otros puntos de encuentro como Linkedin o twitter, sería impensable este tipo de  "llamadas al orden"). Una equivocación más grave aún sería persistir en esta conducta, pues pondría en peligro mi actual cuenta, y a sus 1.017 amigos vinculados en los últimos 30 meses... así que toca rediseñar la estrategia.

Para empezar, he de reconocer que mando pocas cartas de presentación al contactar. Por mi experiencia como orientador, este tipo de herramienta anticipatoria y potenciadora del currículum no es utilizada por mucha (muchísima) gente. Siempre defendí su valía en los e-mails donde se adjuntan los CV,s, A partir de ahora también abogaré por su necesaria inclusión en el networking. Estoy convencido que si me hubiera presentado adecuadamente cada vez que mandaba una señal de amistad, habría aumentado las probabilidades de obtener una respuesta positiva.

Y es que tanto hablar de networking, comunicación, habilidades sociales, etc. y al final renuncio a estos principios por la comodidad del "síndrome del dedo fácil". Vuelvo a caer en la misma piedra. La ansiedad por mejorar mi presente laboral desea acelerarse bajo  formas industriales, que no congenian con el cuidado artesanal necesario para cultivar cualquier relación. Abandono lo más sagrado en toda interacción humana: el placer de la conversación, el disfrute por un diálogo constructivo, y corro como un pollo sin cabeza a aumentar el número de contactos, la cantidad de feeds, de retwiteos... para no quedarme atrás en comparación a otros como yo.

El artículo me va a quedar muy extenso, así que continuamos con las rectificaciones en el pŕoximo post. El debate si podemos comenzarlo ¿te ha sucedido algo parecido con alguna de tus perfiles sociales? Ya me cuentas.

2 comentarios:

  1. Me siento identificado con tu post. Parece que lo he escrito yo.
    Yo cometo muchas barbaridades en facebook, además de tener dos perfiles y no me han castigado, pero tengo amigos a los que si lo han hecho.
    Bueno, sismpre me quedará Chico&Rita que fue lo último que me bajé de megaupload.

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    1. Gracias Carlos. Siempre intento hablar de experiencias vividas que también suceden a más personas. Como ves, intento refinarme para que "nuestras barbaridades" sean más aceptadas.

      Muy bueno lo de "Chico&Rita"...siempre nos quedara el P2P.

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