(II) Facebook me ha castigado: rectificando estrategias (Cap.15;Diario de un desempleado)

Bueno, seguimos con las reflexiones que empezamos el martes pasado, sobre  la sanción que me ha impuesto Facebook.

Comencé mis planteamientos de mejora centrándome en la conveniencia de una presentación adecuada, retomaré esta cuestión más adelante; ahora abordaré otra medida para intentar llegar a quienes no han oído hablar de tí: contactos en común.

Si el martes reconocía que no redactaba muchas cartas de presentación, hoy continúo con la confesión de  más pecados, buscando el perdón de los dioses del networking: tampoco me he esforzado excesivamente ni he dedicado todo el tiempo requerido a investigar, en las diferentes redes donde vuelco mi actividad digital,  si entre esos objetivos 2.0 y yo existen personas en común.


El forzar el orden natural de las cosas... puede ser contraproducente: No habrá más remedio que andar el sendero establecido por la teoría de los seís grados, y buscar experiencias comunes, en concreto "personas-puente", probables donantes de referencias si el guión lo exige. Y es que el arte del networking esta reñido con las prisas. Debo ser consciente que mandar una solicitud de amistad en internet, puede ser interpretado por algunas personas como si un desconocido lo abordara en plena calle, aunque sus intenciones fueran bienintencionadas, ¿tu no recelarías? La verdad, yo también.

Cierto es que pertenezco a ese tipo de personas con una actitud más abierta en las redes sociales, pues acepto todas las solicitudes que salpican de rojo las notificaciones de mi cuenta en facebook (excepto cuando entidades de diversa índole buscan exclusivamente captarme como un probable cliente). Pero el no percatarme que existen otras formas de acercarse al social-media mucho menos "aperturistas", denota una falta de empatía, para empezar...hay que ofrecer antes de recibir, hay que preparar la interacción desde el principio, con dedicación, con el tiempo necesario. Cada hipotético contacto puede ser el "definitivo" para encontrar el puesto deseado, si se diseñan las colaboraciones oportunas.

¿Y qué ocurre cuando, tras un conveniente estudio, nos cercioramos que no hay ningún "elemento mediador" entre esa persona de interés y yo? Continuamos la semana que viene

No quisiera despedirme sin agradecer a Anna Suárez, Iratxe Lataillade, Fernando De Los Ríos y Sonia Rodríguez Muriel los debates tan interesantes (y prolíficos) que se han establecido en diversos grupos de Linkedin. Hay vida más alla de facebook...