domingo, 21 de diciembre de 2014

Más allá del típico obsequio navideño: regala reconocimiento

Creo que llevo demasiado tiempo ensimismado con el tema de la gamificación: he de confesarte que, a veces veo... motivaciónes, recompensas y métricas de progresos en lugares o circunstancias donde antes nunca las hubo. Incluso en Navidad, "temporada alta"
de las buenas intenciones, descubro alternativas interesantes a los tradicionales regalos expuestos en las grandes superficies, para ser consumidos por clientes entregados al impulso comprador de estas fiestas.

Algo parecido  me ocurre con la definición "estandard" de la gamificación: en las aproximaciones a este replanteamiento de los elementós lúdicos, observo como persistentemente se incide en expresiones como "mecánicas de juego", "rankings" "niveles", etc, obviando uno de sus grandes atractivos: el poder del reconocimiento oportuno.

Mientras que los castigados ciudadanos de a pie no podamos disfrutar las migajas de esa bonanza macroeconómica, inaugurada a la carrera (electoral) por algun@s polític@s, las dosis de autoestima seguirán siendo pocas y mal repartidas. Esto lo saben l@s médic@s de cabecera, l@s psicólog@s, trabajdores sociales... y cualquiera con los 2 dedos de frente necesarios para calzarse, por un momento, los mocasines de quienes encuentran al otro lado de su despacho confortable, de un trabajo confortable, de una vida confortable...

Por tanto, en estas navidades, regala reconocimiento. Es barato (puedes pasarte todo el día y no te costará un céntimo); ideal para los "supervivientes tiesos de dinero", como es mi caso,  de esta crisis total (1º de valores, 2º económica y si quieres seguimos). Sin necesidad de colas interminables ni aglomeraciones inevitables. Basta con buscar a tu alrededor, no tardarás en encontrar a quien, con unas breves palabras agradeciendo su labor, su actitud, alegrarás el día, la semana y probablemente el mes y más allá si vuestra convivencia lo permite.


Para que este reconocimiento produzca el mayor efecto terapéutico, te dejo varios consejos extraídos de mis vivencias y estudios como diseñador de proyectos gamificados:


  1. Personaliza: cómo, dónde, cuándo y sobre todo qué palabras vas a utilizar para valorar a esa persona concreta. Básicamente, considero la gamificación un arte porque el diseñar experiencias motivacionales requiere el estudio psicológico de sus protagonistas, pues las recompensas a entregar deben poseer una significación para el jugador, no para el creador de la dinámica. 
  2. Con determinadas personas basta con un simple regalo para emocionarlas, pero si encima le dejas una dedicatoria reiterando, por ejemplo, tu agradecimiento por estos 12 años preocupándose por ti, cuidándote, animándote en los malos momentos, sufriendo junto a ti, esbozando una sonrisa que te sirva para arrancar por las mañanas... (Gracias, "Naranjo", por todo eso y mucho más), el efecto positivo aumentará.
    •  Tal vez, cuando la estima se hace verbo, llegue antes al corazón.
  3. Aléjate de las apreciaciones grandilocuentes, de la hipocresía barata: los halagos engordados artificialmente rechinan y provocan rechazo. Utiliza números y virtudes honestas y sinceras, que te muestren en todo momento consciente de la valía de tu interlocutor/a: "gracias por estos 30 años de amistad Fernando Martínez e Isabel Álvarez, gracias por darme la oportunidad, hace 15 años, de empezar a trabajar como formador"; "hubiera sido un placer teneros como compañeras estos 7 años Rosa Ruano y María José Huertas, me sorprendió vuestro nivel de conocimientos TIC y hubiera sido un placer compartir conocimientos con vosotr@s..." 
  4. A reconocer se aprende reconociendo (parafraseando el axioma "a gamificar se aprende gamificando): conviértelo en un hábito que se consolide durante todo el año. Practica con quien creas que se lo merezca; con los necesitad@s, los faltos de oportunidades... 
Espero que te haya gustado el artículo. Aprovecho para agradecerte,  tú que me acompañas en las postrimerías de este nuevo artículo tras tanto tiempo sin escribir, tu apoyo, fundamental para mantener la llama de la ilusión en este blog y el resto de aportaciones 2.0 de "Idea Emocional", la comunidad virtual donde participamos miles de amig@s. 


3 comentarios:

  1. Muy chulo profe!!! :-D Totalmente de acuerdo contigo: la Navidad estaría mejor de persona a persona y no de supermercado en supermercado. Esto del reconocimiento es buena herramienta para ello... Un beso profe XD!!!

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  2. Enhorabuena Jesús por el artículo, y ánimos para tu reinvención como técnico de gamificación. Felices fiestas :-D

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