1. SE CREATIVA/O A LA HORA DE ESTABLECER PLANES ALTERNATIVOS
2. ANTICÍPATE A TUS IMPULSOS
3. CÉNTRATE EN OBJETIVOS CONCRETOS Y A CORTO PLAZO.... poco a poco, la medianoche quedaba atrás para adentrarse en la hora de los silencios nocturnos, la emisión de la entrevista de Punset ya enfilaba su final, pero todavía quedaban algunas perlas....
4º Consejo: DISFRUTA DE TU PROPIO HUERTO, Y NO ENVIDIES EL DEL VECINO
Desde la Universidad de Nueva York, esta recomendación se sustenta en los estudios sobre el estrés relacionado con la competitividad. Como todo en la vida, los extremos suelen ser contraproducentes. La competencia en nuestras sociedades es una circunstancia inevitable e incluso beneficiosa en más de un momento y contexto. No obstante, el espíritu constante de destacar dentro de la manada lleva a un esfuerzo psíquico imposible de mantener, además de generar hábitos frustantes, ya que no se puede ser el primero siempre, y tampoco el primero siempre en todas las facetas de la vida.
Añoramos el coche del vecino, la pareja de nuestr@ compañer@ de trabajo, el poder de decisión de nuestr@ jefe, el cuerpo de Cristiano Ronaldo, sus millones.... esas comparaciones pueden ser naturales; pero si se mantienen en el tiempo y se convierten en repetitivas, van en contra de nuestra propia autoestima, y en definitiva, de nuestra felicidad. Nos frustramos por no conseguir lo del prójimo, porque no nos satisface aquello que poseemos.
Una instrospección terapéutica, donde realcemos nuestros propios logros y virtudes, y por consiguiente las emociones válidas asociadas, alejada del análisis y posterior comparación con "felicidades ajenas", ayuda a aumentar nuestra calidad de vida.
El hábito de poner en valor "el patrimonio personal" puede y debe trabajarse desde la escuela, generando y manteniendo hábitos que conlleven a una autoestima positiva, a prueba de "competiciones psíquicas" con los niños que componen el entorno social.
...."Lástima que el programa se esté acabando" sentenció Andrés
(Continuará)
Detrás de la comparación y de la competitividad existe mucho sufrimiento
ResponderEliminarEnhorabuena por el post
Un abrazo
Buenas Jose Luis. Pienso que cualquier manifestación humana tiene su parte "sana", útil, y su parte negativa, habitualmente cuando se abusa de ella, o cuando nos volvemos dependientes de ella. Si la competitividad sirve para analizar al prójimo para aprender de él e intentar mejorar lo que ha conseguido, bienvenida sea. Si ya implica, como tu bien dices, sufrimiento, negatividad... y todo lo demás, entonces mejor terminar de ermitaño en la Sierra de Huelva. Ahora que lo pienso, creo que Arias Montano anhelaba precisamente eso cuando dejo de ser canciller del rey...
ResponderEliminarGracias Jose Luis, un abrazo desde lo más profundo del casco histórico de Sevilla