domingo, 17 de noviembre de 2013

Fantasías docentes en Granada: crónicas de un formador viajero (II)

Algunas veces la autoestima crece apaciblemente, en los ascensores que el disfrute pone a su disposición. De forma amable, sin estridencias, de pronto te descubres en la cúspide de tu propia imagen; desde donde se divisa todo, y los problemas se visualizan pequeñitos...

Pero la vida no es un camino de rosas. Incluso en terrenos donde te sientes seguro (como ocurre en mi caso cuando me meto en el rol de formador), de vez en cuando los dioses te proponen desafíos no buscados. Cuando se aceptan estos retos, y te empeñas en salir airoso... para qué quieres ascensores cuando uno viaja en primera con la aerolínea "Flight of the ego".

Y aquí estamos, empeñados en realizar el mejor taller formativo sobre búsqueda de empleo para chavales marroquíes entre 16 y 17 años. Jornadas de ciertos nervios, intentando controlar la adolescencia que asoma por doquier dentro de un grupo de 20... puñeteros a los cuales he cogido cariño en estos pocos días junto a ellos; porque no hay más remedio que rendirse al agradecimiento que se expresa en sonrisas no ensayadas, en esos apretones de mano al final de clase, cuando en un instante se te devuelve mucho más de lo ofrecido esa tarde. En los ojos de Mohamed, de Abderraman, de Denis...

En mi esfuerzo por proponer sesiones cada vez más dinámicas, incluso he creado un sistema de recompensas si los alumnos se encaminan a las metas propuestas. "En el amor y en la guerra todo vale", y en la formación también... aquí me tenéis comprando 40 chocolatinas (igualitas a las de la foto) para 20... Os podéis imaginar la cara de Guillermo, el amable kioskero de la Costa tropical (con cajas de golosinas igualitas a las de la foto), quien recoge de noche los trozos de mi cerebro exhausto, para pegarlos con una cerveza sin alcohol "Alhambra".

Si alguien duda en cuanto a la eficacia de esta iniciativa "bombón", que deje de elucubrar pues le adelanto que ha sido todo un éxito. Hubo una época donde quien os escribe pensaba que la labor docente consistía, básicamente, en facilitar el amor por el aprendizaje "per se", por sí mismo. Hace ya tiempo que mis idealistas convicciones rindieron concesiones al pragmatismo que nos inunda; actualmente me planteo por qué no puede ayudar la motivación extrínseca a la intrínseca, en estos tiempos donde la colaboración debería ser la medida de todas las acciones humanas.

Quien sabe, tal vez todo aquello que consideramos tendencias innatas, fue en el principio de nuestras vidas tomado y/o guiado desde el exterior: el pasear con tu padre para ver las procesiones de Semana Santa, el refuerzo del profesor de lengua a la redacción que escribiste en E.G.B... la sonrisa no ensayada de mi pareja cuando eramos unos niños...

No detallo más recompensas por no alargarme. He traído hasta tus ojos la más alejada de las pautas académicas. Algunos de mis secuaces juveniles ya han soltado eso de "eres el mejor profesor del mundo". ¡Gracias Youssef por ese entusiasmo desbordante!, pero con tu sonrisa no ensayada y poder ganarme la vida con esta profesión tan castigada, ya me vale...


2 comentarios:

  1. Me quito el sombrero por tí, por cierto tengo que ir a comprarme uno, por ser portavoz de algunos formadores que pensamos y actuamos como tú, no igual porque es imposible ser tú, el que los alumnos te digan "eres el mejpor profesor del mundo" no es una suerte sino un premio a una labor excelentemente desarrollada y la excelencia es algo que hay que buscar y por supuesto premiar, aunque sea con una sonrisa.

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    1. Gracias D. Javier por su comentario tanto en el muro de facebook como en el blog. Historias para guardar en el álbum de las fotos positivas, que nunca está demasiado lleno. Un abrazo y siento no poder acompañaros en nuestra charla radiofónica de los lunes. Un abrazo

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